Música clásica y algo de Navidad



Este post nace con la intención de sugerir pautas de escucha con las que poder seguir y disfrutar la música clásica.   Este blog ha seleccionado  algunas de las que consideraba más importantes e indicadas para los estudiantes de infantil y primaria y, para hacerlas más amenas, las ha agrupado en entretenidas secciones:

1.- Empezaremos con una  de las obras de música clásica escrita para niños más conocida:

 “Pedro y El lobo “ de Sergei Prokofiev.

 Cuatro días fueron los que necesitó Prokofiev para crear crear esta obra. Creó un cuento musical para todas las edades con el que mostraría a su público los diferentes instrumentos de la orquesta. Para ello y para no limitarse únicamente a mostrar el timbre del instrumento  sino ir un poquito más allá, asoció cada instrumento de la orquesta a un personaje de la historia y los personalizó musicalmente con un carácter y un comportamiento. Tenemos al niño ingenuo, al abuelo gruñón, a los no muy valientes cazadores… Mejor los ordenamos en la siguiente lista.

 

  • Pedro, el joven protagonista de la historia va a ser interpretado por los instrumentos de cuerda y el tema con el que aparece representado es un tema melódico rítmico de «ingenua vivacidad» como es el carácter del propio niño.
  • El pájaro, como no podía ser de otra manera será la flauta.
  • El pato, es representado por el oboe y el tema refleja perfectamente la cobardía del personaje.
  • El abuelo, tierno pero gruñón es el fagot y así es el tema.
  • El gato, el clarinete haciendo de tramposo.
  • El lobo está representado por tres trompas que desde el fondo de la orquesta nos gruñén.
  • Los timbales  y el bombo nos anticipan a los cazadores, bastante cobardes por cierto o, al menos, bastante menos valerosos que el intrépido Pedro.

 

 


 Una versión animada que satisfará a los estudiantes y les ayudará a repasar  el inglés sería la que grabó David Bowie en 1978 con la Orquesta de Filaldelfia dirigida por Eugene Ormandy como regalo de navidad para su hijo Duncan que por aquel entonces contaba siete años.

 


 La primera versión es la preciosa película de animación creada por Suzie Templeton sobre esta obra que se llevó el oscar al mejor corto de animación en 2007.

 


 2.- Continuamos con seis  versiones animadas para acercar El Cascanueces de Tchaikovski a los más pequeños.

Ésta es una obra que podría recomendarse también para escucharla en Navidad, ya que  no hay Navidad que se precie sin una versión de “El Cascanueces “ . Oiremos en este post una compilación realizada por nuestro blog de  seis de los ocho números de la Suite El cascanueces op. 71a que el propio Tchaikovski concibió antes incluso de estrenar el ballet de la adaptación de Disney . En este caso Disney decidió no contarnos la historia adaptada del cuento El Cascanueces y el rey de los ratones de E.T.A Hoffmann en el que está basado el argumento del ballet sino convertirlo en una fiesta de hadas y flores en la que se representan las estaciones del año




Pero antes, una pequeña introducción para conocer sucintamente el maravilloso mundo mágico de esta obra

El libreto del Cascanueces está realizado a partir de la adaptación que hizo Alejandro Dumas padre, de un cuento de Hoffmann titulado Cascanueces y el rey de los ratones, cuya historia se desarrolla en Alemania, en la Navidad de 1850 aproximadamente, en la casa del juez Stahlbaum. Allí mientras Clara y Fritz, los hijos del matrimonio, estaban abriendo regalos aparece el viejo Drosselmayer -mago y padrino de Clara- con su sobrino y tres grandes cajas para su ahijada, en las que al abrirlas encuentra un Arlequín, una Colombina y un gran Cascanueces con forma de soldadito de madera, que sirve de pretexto para vivir un sinfín de aventuras fantásticas, con batallas de ratones y soldaditos de jengibre, cascanueces transformado en príncipe y viaje al reino del azúcar incluidos, en los dos actos en los que está estructurado el ballet.

  




La música que Tchaikovsky creó para este ballet fue -con unas indicaciones bastantes precisas por parte de los libretistas quienes dejaron detallado el tempo que debía tener la música e incluso la longitud de compases- concebida como pequeñas miniaturas, pequeños números independientes, dedicados a los númerosos personajes que van apareciendo en la historia y que nos trasladan a un mundo infantil, a un mundo mágico donde todo es ilusión e inocencia, a un mundo de cuento de hadas. Pero antes de ponernos con la música unos pocos datos más.

 Como se leía  al principio la suite de “El Cascanueces” es una de las partituras de música clásica más utilizadas para el público infantil. Los motivos muchos: el primero, y más obvio, el argumento; el segundo probablemente se lo debemos a Disney y a la estupenda animación que creo en Fantasía que nos permite con un alumnado absolutamente dispuesto empezar a hablar de cuestiones más abstractas. Pero en esta exposición de motivos no nos podemos olvidar de esa sonoridad tan maravillosa creada por Tchaikovsky que nos introduce  en ese mundo de cuento de hadas. 




Tchaikovsky logra esta peculiar sonoridad de muchas maneras pero una que debe ser destacada es el empleo que hace de un instrumento que hasta ese momento pasaba absolutamente desapercibido en la Orquesta Sinfónica: la celesta.

 


 Se trata de un instrumento  de percusión  con apariencia de piano vertical que como bien indica su nombre tiene un sonido celestial y que cuando Tchaikovsky lo utilizó acababa de ser creado en París. ¿Cómo produce ese sonido celestial? Pues muy fácil, su mecanismo es bastante similar al del piano, pero en el piano cada vez que nosotros tocamos una tecla activamos unos martillos que golpean una cuerda mientras que en la celesta lo que golpean los martillos son láminas metálicas colocadas sobre resonadores de madera.

 Aunque no es el único momento en el que lo utiliza, el más notable es en la Danza del Hada de Azúcar y la primera vez que la escuchamos es en el min 0’20. Los que le acompañan con sus grotescas apariciones son el clarinete y el clarinete bajo.

 


 La música, como una tela, está formada de muchos hilos y que lo que vamos a hacer es intentar adivinar, intentar buscar todos los hilos, todas las líneas melódicas que hay en esa música y cómo se mezclan entre ellos.

Pero para poder buscar algo primero tendremos que escuchar. La pieza elegida es la Danza china de este Cascanueces de Tchaikovsky y la versión la de Disney.

 


 Realmente china, china, no parece. Lo que tenemos es un danza muy vital y llena de humor. Y ¿cómo conseguiremos que se disciernan las distintas líneas melódicas? Pues muy sencillo guiándose mediante preguntas. Pero vayamos paso a paso.

Lo primero que este blog haría sería volver a escuchar la música, pero en esta segunda vuelta no la Danza China completa, únicamente los primeros 0’04 min. No mostrar ni un segundo más es importante porque nada debe distraer la concentración, no hay que escuchar otras voces, hay que concentrarse únicamente en el fagot.

 

 


                 Una vez reconocido toca seguir el hilo, toca escuchar toda la pieza pero intentando concentrarnos en esa voz, en la voz del fagot. No nos importa lo que hacen los demás instrumentos, en este momento nos importa lo que hace el fagot.

 

Y ahora, vamos con los seis números seleccionados por nuestro blog:

Dejemos volar la imaginación y disfrutemos con este precioso sueño de hadas, elfos, hongos, flores, peces… que , según Disney, evoca la música de ensueño compuesta a modo de pequeñas miniaturas por Tchaikovski.

DANZA DEL AZÚCAR



DANZA RUSA





DANZA ÁRABE



DANZA CHINA



DANZA DE LAS FLAUTAS



VALS DE LAS FLORES



3.-Este post se despide con:

 La pequeña cerillera de Disney.

Otra obra que tiene el marco perfecto para acompañar una Navidad.



 

La pequeña cerillera de Hans Christian Andersen  fue publicado por primera vez en 1846.  Disney produjo esta joyita que os trae este blog y  que dirigió Roger Allers con algunas diferencias respecto a la original como un menor énfasis en la crueldad del padre al comienzo de la película o en la muerte de la abuela así como la ubicación geográfica que de Dinamarca la trasladan a Rusia.

 


 Una narración sin palabras en la que la música, concretamente en el tercer movimiento (Nocturno) de El Cuarteto de cuerda n.º 2 en Re Mayor de Alexander Borodin, juega un papel fundamental y que aunque originariamente iba integrar Fantasia 2006  acabó extra en The Little Mermaid Platinum Edition DVD  y nominada a los Oscars de 2007.

 


La cerillera (La niña de los fósforos). Un cuento de Hans Christian Andersen. Vídeo de Disney con música del tercer movimiento (Nocturno) de El Cuarteto de cuerda n.º 2 en Re Mayor de Alexander Borodin.

<<¡Qué frío tan atroz! Caía la nieve, y la noche se venía encima. Era el día de Nochebuena. En medio del frío y de la oscuridad, una pobre niña pasó por la calle con la cabeza y los pies desnuditos.

 Tenía, en verdad, zapatos cuando salió de su casa; pero no le habían servido mucho tiempo. Eran unas zapatillas enormes que su madre ya había usado: tan grandes, que la niña las perdió al apresurarse a atravesar la calle para que no la pisasen los carruajes que iban en direcciones opuestas.

 La niña caminaba, pues, con los piececitos desnudos, que estaban rojos y azules del frío; llevaba en el delantal, que era muy viejo, algunas docenas de cajas de fósforos y tenía en la mano una de ellas como muestra. Era muy mal día: ningún comprador se había presentado, y, por consiguiente, la niña no había ganado ni un céntimo. Tenía mucha hambre, mucho frío y muy mísero aspecto. ¡Pobre niña! Los copos de nieve se posaban en sus largos cabellos rubios, que le caían en preciosos bucles sobre el cuello; pero no pensaba en sus cabellos...........<<